La polarización: una guerra actual

Hoy en día estamos viviendo en directo una pandemia mundial, algo que pensábamos que quedaría en el pasado, algo que no nos llegaría, y que si llegase tampoco afectaría a los países desarrollados por la tecnología tan evolucionada que hay presente. 

Sin embargo, ha llegado y ha estado con nosotros mucho tiempo. Ha hecho que permanezcamos en casa encerrados durante meses, ha hecho parar fabricas, coches, aviones…

¿Alguna vez os habéis preguntado por qué ha estado tanto tiempo? ¿Qué hace que no podamos remediarlo eficazmente? ¿Tal vez por el desconocimiento hacia el tipo de virus o por el difícil control del tipo de vía de transmisión…?

Hay muchas respuestas, y todas son validas. Pero hay algo que dificulta para dar una respuesta eficaz frente a la crisis según concluye un informe de la Fundación Carnegie. 

Una de las causas es por la polarización, por las fuertes divisiones partidistas, donde da lugar a una menor cooperación tanto en la elaboración de políticas como del cumplimiento social en la aplicación, además del sacrificio por el bien común.

Independientemente del tipo de polarización que se observe (ideológico, político o populista), afectará a la calidad democrática y está afectando a que no nos podamos decidir y dar una solución rápida, eficaz y satisfactoria para esta sociedad.

Es cierto que, para muchos autores como Thomas Hobbes, los seres humanos presentamos genes egoístas, somos egoístas por naturaleza (Pinilla & Sánchez, 2020).

Desde un punto de vista racional podemos decir que el beneficio personal o interés propio prevalece sobre el bienestar de los demás. Sin embargo, desde el punto de vista moral al menos ambos tienen que estar en el mismo nivel de preocupación. 

Es cierto que cabe la posibilidad de proteger el bienestar de los demás sin tener ningún interés en ello. De aquí aparece la reciprocidad y la cooperación maximizando de esta forma el interés propio y general.

Una de las grandes causas de esta polarización y de la falta de cooperación, está afectada por el acceso a las redes sociales donde es un muro de expresión pública permitiendo la difusión de las opiniones de forma sencilla provocando opiniones de diferentes tipos. 

Estas opiniones son compartidas entre todos, dando lugar a posiciones extremas y concluyendo en la polarización. El desconocimiento sobre estos temas y la vulnerabilidad, hace que muchas personas solo escuchen las opiniones que refuerzan lo que ya creen. Sin embargo, todos vivimos bajo un mismo país. ¿No sería lógico generar acuerdos para contribuir a la mejoría de este país? 

No todos pensamos igual ni todos somos iguales, pero como bien dijo Aristoteles: “Es la marca de una mente educada ser capaz de entender un pensamiento sin aceptarlo”.

Bibliografía

Pinilla, D., & Sánchez, P. (2020). El egoísmo en el pensamiento de Thomas Hobbes. Interpretación y racionalidad cooperativa. Obtenido de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0717-554X2020000300241&script=sci_arttext_plus&tlng=es

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